El Triángulo de las Bermudas es un área geográfica con forma de triángulo, con un área aproximada de 1,1 millones de KM², situada en el océano Atlantico entre las islas Bermudas, Puerto Rico y Fort Lauderdale (Florida).
Es famoso porque a mediados del siglo XX varios escritores publicaron artículos en revistas acerca de la presunta peligrosidad de la zona.
Sin embargo las estadísticas de la Guardia costera de los Estados Unidos no indican que en esa zona haya más desapariciones de barcos y aviones que en otras zonas de igual tráfico.
El Triángulo de las Bermudas siempre ha sido una zona peligrosa y de misterio, ya que las desapariciones de marineros, pilotos y turistas nunca han sido resueltos.
Los elementos de información en torno a esta zona son intrigantes: en una parte del océano Atlántico occidental, de forma más o menos triangular, comprendida entre las Bermudas, Florida y el meridiano 40, han venido desapareciendo durante los últimos treinta años numerosos aviones y barcos sin dejar ningún rastro de lo que pudo ser de ellos, ya que jamás se han hallado restos ni supervivientes.
Todo lo que alguna vez entró ahí, nunca se le volvió a ver. Desde barcos y buques que navegaban por esa zona; aviones a los cuales se les vio entrar a una neblina para esfumarse sin dejar indicio.
Hidratos de metano
Una explicación de algunas de las desapariciones apunta a la presencia de vastos yacimientos de hidratos de metano bajo las placas continentales en 1981, el United States Geological Survey informó la aparición de estos hidratos en el área de Blake Ridge .Las erupciones periódicas de metano podrían producir regiones de agua espumosa que podría no dar sustentación suficiente a los barcos. Si se formara un área de este tipo alrededor de un buque, éste se hundiría muy rápidamente sin aviso. Los experimentos en el laboratorio han probado que las burbujas pueden realmente hundir a un barco a escala, debido a que se disminuye la densidad del agua.
Algunos escritores han sugerido que este hidrato de metano liberado repentinamente en la forma de burbujas gigantes de gas, con diámetros comparables al tamaño de un barco, podrían hundirlo.
Sería posible que se creara una burbuja de gas metano desde el fondo del océano, tal como se describe, dicha burbuja gigante rompería debido a la gran presión del agua, y se convertiría en una miríada de burbujas menores antes de alcanzar la superficie. Al emerger, estas burbujas formarían una gran turbulencia, peligrando la flotabilidad. Aunque las burbujas formadas en un tanque de laboratorio puedan ser grandes comparadas con un barco a escala, el efecto no se puede comparar en la naturaleza debido a la relación entre las fuerzas de tensión superficial y gravedad.
Explicaciones de caídas de aviones
El gas metano también podría hacer caer aviones. El aire menos denso haría que los aviones perdieran sustentación.
Además, en el altímetro del avión (que mide la altitud) mide la densidad del aire. Como el metano es menos denso, el altímetro indicaría que el avión está subiendo. El piloto que viajara de noche o entre nubes (donde no puede ver el suelo), supondría que el avión está subiendo, y reaccionaría descendiendo, haciendo que el avión se estrellara.
Además, el metano en el motor arruinaría la mezcla de combustible y aire. Los motores del avión queman hidrocarburos (gasolina, aerofuel, aeronafta) mezclados con el oxígeno que provee el aire. Cuando los niveles de oxígeno ambiental descienden bruscamente, la combustión podría detenerse por completo, haciendo que el motor se apagara. Todos estos efectos del gas metano se han demostrado experimentalmente.